Más de mil toneladas de biosólidos, que son aportados desde la planta de
tratamiento de aguas servidas, a terrenos donde se cultivan olivos.
En el marco del día mundial de conservación de suelo que se conmemora cada 7 de julio,
Nueva Atacama destaca su iniciativa: lodos benéficos, mediante la cual transformar y
reutilizar recursos orgánicos del proceso de tratamiento de aguas servidas. Sólo durante el
presente año, la sanitaria ha aportado 1.768 toneladas de biosólidos, subproducto que es
entregado a terrenos agrícolas en Copiapó, con el propósito de contribuir en la nutrición
de los predios, optimizando los tiempos de cosecha y promoviendo el desarrollo
sostenible.
Cuando abrimos una llave para beber agua o cocinar, difícilmente imaginamos el extenso
recorrido que continúa tras su uso. Las aguas servidas son recolectadas por el sistema de
alcantarillado y conducidas a las plantas de tratamiento de aguas servidas (PTAS), donde
no sólo se depuran rigurosamente, antes de ser devueltas al medio ambiente, sino que
además generan un subproducto de enorme valor: lodos biológicos o también llamados
biosólidos.
Lo que para muchos sólo es un desecho, en nuestra región se ha convertido en una
herramienta de recuperación ambiental. Nueva Atacama, está utilizando los lodos
generados en sus plantas para fortalecer el valor nutritivo de los suelos agrícolas,
contribuyendo directamente a la producción local de aceite de oliva.
Al respecto, el jefe del departamento de depuración de la sanitaria, Paulo Rubio, comentó
que “estos biosólidos ricos en materia orgánica, se utilizan para nutrir olivos que año tras
año producen aceitunas destinadas a la elaboración de aceites vírgenes y extra vírgenes,
reconocidos por su calidad. Cada etapa del proceso, desde la producción, estabilización,
transporte y disposición, está regulada por un estricto marco normativo (DS N°4/2009)
que asegura su inocuidad y eficacia, garantizando su seguridad y efectividad para la
agricultura”.
Aporte al desarrollo sostenible
Paulo Rubio subrayó el impacto que ha tenido este proceso en la región, destacando que
“anteriormente el destino habitual de estos lodos era un monorelleno ubicado al interior
de la misma planta, lo que generaba emisiones de malos olores y favorecía la proliferación
de vectores. Hoy, gracias al compromiso con el cuidado del entorno y a un estricto trabajo
técnico y normativo, podemos hablar de un ciclo virtuoso que beneficia directamente a la
agricultura y al medio ambiente. Es un proceso que transforma lo que era un residuo en
un recurso productivo”.
Desde su llegada a la región, Nueva Atacama no sólo ha trabajado por mejorar la calidad
del agua potable, sino también por consolidarse como un actor activo en iniciativas que
impulsen el desarrollo regional. Parte importante de ese compromiso está precisamente
en la sostenibilidad, a través de acciones como la recuperación de suelos agrícolas
degradados de la zona.
La producción sostenible de aceite de oliva en estos predios es reflejo del compromiso de
la sanitaria con la gestión responsable de los recursos. Mediante la aplicación de
biosólidos, se fortalece la productividad y se impulsa el desarrollo local, evidenciando un
impacto positivo tanto para la agricultura como para la protección del medio ambiente en
Atacama.
Conservación de suelos
Cada 7 de julio se conmemora el Día Mundial de la Conservación de Suelos, una fecha que
busca generar conciencia sobre la importancia de proteger este recurso vital para la vida.
Los suelos sanos son fundamentales para la producción de alimentos, la regulación del
clima y la conservación de la biodiversidad. Su cuidado es clave frente al cambio climático,
la desertificación y la seguridad alimentaria global.