Monotributo social: una propuesta para el bienestar de Atacama

Por Paloma Fernández Valdés, Directora Regional del FOSIS

El proyecto de ley presentado por el Ministerio de Hacienda, que modifica los
tributos de pequeñas y medianas empresas, incluye como una de sus principales
novedades la creación del monotributo social. Esta iniciativa se orienta a apoyar a
personas que realizan emprendimientos de baja escala, por medio de la creación
de un régimen tributario ultra simplificado, que efectivamente apoye el proceso de
formalización de quienes tienen más dificultades para hacerlo.
Este régimen implica un único pago mensual de 0,5 UTM (un monto cercano a $
35.000) que cubre todas las obligaciones tributarias de las personas que
pertenecen al 80 % del Registro Social de Hogares y generan ventas anuales
menores a 310 UF. Y es que además de reducir los obstáculos de la formalización,
el monotributo incluye el acceso al seguro social, Ley de Seguro de
Acompañamiento de Niños y Niñas (Sanna) y las cotizaciones de las pensiones de
vejez con cargo al empleador. De esta manera, se fortalecerá la seguridad social
de quienes se acojan a este sistema. Asimismo, fomentará la integración
ciudadana, ya que las personas no sólo contribuirán al desarrollo del país, sino
que también adquirirán la capacidad de exigir y hacer efectivos sus derechos
sociales.
En un país como el nuestro, donde la informalidad asciende a 26 % (según datos
del INE), y una parte importante se concentra en actividades comerciales de
subsistencia, el monotributo social es una oportunidad concreta. Esta realidad
también se refleja en el FOSIS: el 85 % de los emprendimientos que postulan a
sus programas a nivel nacional se encuentran en la informalidad. Avanzar hacia la
formalidad mediante el monotributo social abre la puerta a nuevas oportunidades,
como el acceso a financiamiento, capacitaciones y redes comerciales que hoy
pueden estar fuera de su alcance. Todo esto podría ser especialmente valioso
para los más de 3.300 emprendimientos que participaron en programas del FOSIS
en Atacama durante 2024 y 2025 o las casi cinco mil personas que fueron
derivadas al Fondo Esperanza en el Programa de Acceso al Microcrédito este año.
Las experiencias internacionales refuerzan la viabilidad del monotributo social.
Casos como los de Brasil y Uruguay muestran que regímenes tributarios
simplificados han abierto una puerta para que miles de personas ingresen a la
formalidad, con resultados positivos para sus ingresos y bienestar social.
Si se ajusta a las necesidades reales de nuestros territorios, el monotributo social
representa una oportunidad para impulsar la formalización, el crecimiento
económico y el desarrollo de nuestra región.

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