La CChC Atacama presenta propuestas para impulsar el desarrollo regional y nacional
En el contexto del actual ciclo electoral y con
miras a contribuir activamente al debate público y la toma de decisiones
estratégicas para el futuro del país, la Cámara Chilena de la Construcción
(CChC) Atacama dio a conocer un conjunto de propuestas dirigidas a las
candidaturas presidenciales y parlamentarias, centradas en la necesidad de
avanzar hacia un desarrollo más equilibrado, inclusivo y descentralizado.
Las propuestas están organizadas en tres documentos complementarios: un
compendio de 60 medidas y un plan de obras prioritarias para Chile al 2030, una
carta dirigida a las candidaturas con planteamientos regionales para Atacama, y
medidas prioritarias enfocadas en resolver los principales cuellos de botella que
enfrenta el país en materia de vivienda, infraestructura, gestión estatal y
desarrollo regional.
Una visión para el Chile que queremos construir
El documento nacional “Chile Posible” plantea que el país necesita un nuevo
impulso que combine sentido de urgencia y mirada de largo plazo. A través de
60 medidas concretas, la CChC propone una hoja de ruta ambiciosa pero
realista para enfrentar el déficit habitacional, cerrar brechas en infraestructura,
recuperar el crecimiento económico y fortalecer el rol del Estado al servicio de
las personas.
Estas medidas fueron elaboradas a partir de diagnósticos técnicos y
experiencias territoriales, e incluyen herramientas innovadoras en ámbitos como
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el acceso a la vivienda, la habilitación de suelo, la regeneración urbana, el
fortalecimiento del sistema de concesiones, la modernización de la planificación
pública y la mejora de los mecanismos de inversión del Estado.
Medidas priorizadas: los cambios urgentes
En paralelo, la CChC definió 10 medidas prioritarias que considera
fundamentales de implementar en los primeros meses del nuevo gobierno, entre
las que destacan:
- La creación de una Agencia Nacional de Infraestructura, que planifique
obras públicas con visión de largo plazo. - La aplicación de una estrategia fast track para ejecutar proyectos clave en
salud, educación, seguridad e infraestructura hídrica. - La implementación de un IVA diferenciado para la vivienda, reconociendo
su carácter de bien básico. - Una gobernanza moderna para las ciudades, que permita avanzar en
planes de densificación equilibrada y mejor uso del suelo urbano. - La definición de estándares urbanos y territoriales garantizados, para
asegurar condiciones básicas de vida en todos los barrios y zonas rurales del
país. - Y la institucionalización de la “Prioridad Presidencial” para proyectos
estratégicos, acortando los plazos de tramitación y entrega.
Asimismo, se considera clave: - El combate frontal contra la permisología, simplificando regulaciones y
promoviendo que los proyectos se desarrollen sobre la base de declaraciones
juradas, restringiendo exigencias a casos realmente necesarios.
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- El impulso a una política integral de habilitación de suelo para el
desarrollo urbano y habitacional, que contemple infraestructura, servicios
públicos y regeneración urbana. - La creación de una institucionalidad que evalúe de forma integral las
regulaciones y políticas públicas, identificando impactos acumulativos no
previstos que hoy dificultan el desarrollo, como en el caso de la vivienda. - Y el fortalecimiento del desarrollo regional, asegurando que los territorios
cuenten con recursos, competencias y condiciones habilitantes para atraer
inversión privada y actividades productivas.
Estas medidas buscan destrabar procesos hoy estancados por la permisología,
los altos costos regulatorios y la falta de coordinación entre entidades públicas,
además de fortalecer la inversión privada como motor de reactivación.
Atacama: urgencias territoriales que no pueden esperar
La CChC Atacama, presidida por Cristian Alzamora y consciente de la realidad
específica de la región, presentó además una carta a las candidaturas
presidenciales en la que plantea una serie de propuestas focalizadas en las
principales problemáticas que afectan el desarrollo local y la calidad de vida de
las personas.
Entre las medidas destacadas, se encuentran:
- Fortalecer el Decreto Supremo 75, ampliando su vigencia y alcance para
permitir que pequeñas y medianas empresas constructoras puedan acceder a
licitaciones del MOP de mayor envergadura, fomentando así la participación
regional y reduciendo el riesgo de licitaciones desiertas. - Reformar el Sistema Nacional de Inversiones (SNI), incorporando criterios
de equidad territorial. El actual sistema, al priorizar proyectos por número de
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beneficiarios, deja fuera a iniciativas estratégicas en zonas de baja densidad
poblacional como Atacama.
- Establecer un calendario de pagos y mecanismos de control ante la
reiterada falta de pago a empresas contratistas que ejecutan obras públicas,
situación que genera un grave impacto financiero en empresas locales. - Implementar un plan nacional de retiro de relaves mineros en zonas
urbanas, con incentivos tributarios para las compañías que participen en su
remediación, mitigando riesgos sanitarios y ambientales. - Impulsar el proyecto de tranvía urbano para Copiapó, como solución
estructural al déficit de transporte público, contribuyendo a una ciudad más
sustentable y conectada. - Priorizar el mejoramiento de la infraestructura vial regional, con una
inversión sostenida en conectividad urbana, logística y productiva.
“La región de Atacama realiza un aporte relevante al Producto Interno Bruto
nacional, especialmente a través de la actividad minera. Sin embargo, existe una
brecha en la inversión pública que debe ser abordada. Es fundamental avanzar
hacia decisiones políticas que reconozcan las particularidades y necesidades de
los territorios, promoviendo un desarrollo más equitativo y descentralizado”,
señaló Cristian Alzamora Zepeda, presidente de la Cámara Chilena de la
Construcción (CChC) Atacama.
Un llamado al compromiso con las regiones
La Cámara Chilena de la Construcción Atacama hizo un llamado a todas las
candidaturas presidenciales y candidatos al parlamento a asumir un compromiso
real con el desarrollo de las regiones, en particular con territorios como Atacama,
que enfrentan desafíos estructurales en materia de vivienda, empleo,
infraestructura y servicios básicos.
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“No se trata de solicitar privilegios, sino de avanzar hacia una mayor equidad
territorial. Las regiones cuentan con un alto potencial de desarrollo, siempre que
se les otorgue el espacio necesario para tomar decisiones e invertir con
autonomía. Las propuestas que hemos presentado constituyen un aporte
concreto para construir un país más inclusivo, en el que todas las personas
tengan oportunidades reales de crecimiento y bienestar”, concluyó Alzamora.
Los documentos entregados por la CChC están disponibles públicamente y
buscan generar una conversación seria y propositiva sobre el futuro del país,
donde la colaboración público-privada y la descentralización efectiva sean
pilares para construir un mejor Chile al 2030.