CUARENTENA DE LA TERCERA EDAD Por: MAGUIN CARVAJAL CORTES Periodista

Desde el viernes en la noche se implementó la cuarentena obligatoria para las personas
mayores de 75 años en nuestro país, con el fin de protegerlos, ya que son susceptibles de
contagiarse con el coronavirus y con consecuencias que pueden ser vitales.
La medida ha sido tomada con tranquilidad y responsabilidad por este grupo etáreo y en la
práctica es poca la incidencia que ha tenido en sus vidas. Eso, porque hace tiempo que ya se
vienen cuidando, a lo mejor no porque así lo estimen conveniente, sino que más bien por la
preocupación de sus hijos, nietos o familiares más cercanos.
Indudablemente que hay una mayoría importante que en este momento están en resguardo
en sus hogares. Sin embargo, hay otro grupo no menos importante a quienes esta medida
les ha afectado negativamente. Me refiero a aquellas personas mayores de edad, que no
tienen familiares cercanos, que no cuentan con los medios económicos, que sufren de
falencias en sus desplazamientos habituales y también a muchos que están postrados en sus
domicilios, y varios de ellos viven de la caridad ajena.
Personas que por su avanzada edad no pueden asistir, por ejemplo, al pago de sus
pensiones; como tampoco al retiro de sus remedios en los consultorios, que están
imposibilitados para poder salir a comprar lo necesario para el sustento diario.
Entonces, la tarea es una sola: Colaborar con ellos ayudándoles en estas necesidades tan
básicas. Cada uno de nosotros conoce a más de algunas de estas personas de la tercera edad
que padecen de estos problemas. Creo que no nos cuesta nada juntarnos con otros vecinos y
repartirnos la atención para nuestros vecinos más inmediatos o para aquellos que nos
necesitan.
Pienso que se lo merecen. Ya han cumplido una vida trabajando por sus familias y por el
engrandecimiento de sus comunidades. Por favor, no los dejemos solos. Seamos solidarios.
Y así como cuidamos a nuestros seres queridos que están en la etapa de la tercera edad,
hagámoslo también con quienes no cuenta con los apoyos necesarios.
No es necesario que nos metamos la mano al bolsillo siempre, porque a esa edad las
personas agradecen un rato de conversación, de preocupación, una palabra amiga. Ahora si
esa actitud va acompañada con algún obsequio, cuánto mejor. Pienso que es una buena
tarea en este instante. La caridad y la filantropía siempre serán una buena acción.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

A %d blogueros les gusta esto: